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Nuestro sentido del Oído nos ayuda a interpretar la comunicación y a escuchar los sonidos en nuestro entorno. Sonidos que inconscientemente consideramos inofensivos, y lo que no es importante puede ser modulado o “ignorado” para que podamos centrar nuestra atención en los sonidos o tareas más importantes.
Somos conscientes de ruidos en el entorno que pueden indicar peligro, como una alarma de humo, o alertarnos de algo importante, como un teléfono sonando.
El niño Hiperesponsivo Auditivo
Un niño que es hiperreactivo al sonido responde adversamente incluso a sonidos inofensivos y sin importancia. Por lo tanto, es posible que no pueda excluir el ruido blanco en el entorno para prestar atención a los sonidos importantes.
Por ejemplo, el zumbido de la electricidad transmitida por una lámpara puede irritar al niño tanto que no puede concentrarse en participar en una lección en el aula.
Un niño hiperreactivo puede presentar arrebatos de comportamiento que duran varios minutos cuando hay ruidos repentinos en el ambiente (Yack, Aquila y Sutton, 2002).
Aquí hay algunos artículos para viajar que puede traer a la comunidad con un niño que es hiperreactivo al sonido:
Audífonos de cancelación de ruido
Tapones de oídos
Orejeras
Palo de agua
Juguetes silbantes
Poner un letrero de “Fuera de servicio” sobre el secador de manos cuando se usa un baño público, para evitar que el ruido del secador de manos asuste al niño
Algunas actividades que puede probar con un niño con hiperespuesta al sonido son:
Leer un libro en tono monótono
Tararear su canción favorito
Juegos de palmas rítmicos
El niño con Hiporespuesta Auditiva
Un niño con una baja respuesta al sonido puede tener dificultades para interpretar comunicación debido a la falta de capacidad para procesar la palabra hablada. Este niño podría no poder responder adecuadamente a los estímulos de alerta, o es posible que no pueda despertar de su sueño con sonidos de alerta, como una alarma de humo.
Al niño también le puede resultar difícil ajustar el volumen de su voz para satisfacer las expectativas sociales del entorno. Por ejemplo, se espera que uno use un volumen vocal diferente cuando en un partido de fútbol versus el volumen usado en una biblioteca.
Objetos de pequeño tamaño que pueden ayudar a un niño que no responde al sonido:
Reproducir música con canciones rápidas.
Cantar variando el tono y volumen de las canciones
Actividades al paso que pueden ayudar a un niño con hiporespuesta auditiva:
Juegos de escuchar sonidos
Escuchar un cuentos contado con una variedad de voces para cada personaje
Escribir en una pizarra con tiza