El sistema Vestibular es nuestro sentido del equilibrio y el movimiento.
Se encuentra dentro los mecanismos de nuestro oído interno, que detectan la inclinación de nuestra cabeza. Aquí logramos nuestro equilibrio. Podemos sentir si estamos a punto de caer, en cuyo caso nuestro cuerpo produce una reacción de compensación para protegernos con un brazo extendido.
La propiocepción es el sentido que tiene nuestro cerebro de dónde están las partes de nuestro cuerpo en el espacio.
La conexión del sistema nervioso con los músculos y las articulaciones nos ayuda a determinar los movimientos que realizan nuestras partes del cuerpo.
Estos dos sistemas trabajan juntos para mantener nuestro cuerpo estable y equilibrado durante el movimiento.
Si el sistema vestibular detecta un desequilibrio, el sistema propioceptivo se activa para decirle a nuestros músculos y articulaciones que corrijan nuestra postura para regresar al equilibrio (Yack, Aquilla & Sutton, 2002).
El niño Hiperesponsivo Vestibular
Los niños que son hiperreactivos al movimiento tienden a alejarse de la actividad física. Pueden tener inseguridad gravitacional, que es un miedo irracional a caer.
También pueden demostrar movimiento protector, patrones para no inclinarse, afirmarse, sacudirse o acercarse a objetos en su entorno.
Esto deriva en la falta de participación en el juego de movimientos puede llevar a un retraso en el desarrollo de la motricidad fina y gruesa (Yack, Aquilla & Sutton, 2002).
Un niño hipersensible al movimiento puede beneficiarse del uso de estos objetos:
Un juguete o lápiz vibratorio
Juguetes pesados
Peluches
Perforadoras portátiles
Las siguientes actividades al paso están diseñadas para ayudar a los niños que con hiper-respuesta al movimiento:
Mecerse
Balanceo suave
Soplar a través de una pajita
Empujar su propio cochecito
Flexiones de pared
Flexiones sobre una silla
El niño con Hiporespuesta Vestibular
Los niños que son hipo-responsivos a los estímulos propioceptivos y vestibulares son simplemente lo contrario. Pueden ser vistos como el “niño torpe” porque desconocen los movimientos excesivos que realizan durante la actividad física.
Este niño tiene tendencia a buscar juegos bruscos y chocar accidentalmente con objetos y otros niños, lo que puede causar daño corporal (Kranowitz, 2005).
Intente usar estos objetos con un niño que no responde a los estímulos del movimiento:
Scooter board
Pelota de stress
Masas pegajosas
Chicles duros
Legos
Tiras de velcro
Enganchar perlas
Estas actividades pueden ayudar a un niño con hiporespuesta a mejorar su procesamiento vestibular y propioceptivo:
Pararse de manos
Movimientos rítmicos
Ser sostenido volando como superman
Rasgar papel
Apretar una almohada
Escribir en una pizarra de tiza
Saltar intensamente (y cama elástica)